Presentación de Sibelle para Benjamín por Ana Triveño



Ante todo me gustaría agradecerles por haber venido hoy, en este importante momento.

Para mí, un libro nunca está completo si no está el lector metido entre sus páginas. Los libros sin lectores son como almas exiliadas que no mueren, pero que olvidan. Es horrible cuando una página ha envejecido sin ser hojeada, o cuando un libro se rompe al abrirse debido a que no se abrió en mucho tiempo. El libro prueba su existencia a través del lector, por lo que esta novela, Sibelle para Benjamín, apenas comienza a cobrar vida.

Este libro lo escribí en aproximadamente un año. Se preguntarán cómo hago para escribir tanto en tan poco tiempo. Lo cierto es que no sé qué decirles. Cuando escribo normalmente lo hago sin percatarme de la hora. Escribir es mi pasión, mi modo de relajarme, de desestresarme. Soy capaz de hacerlo en mis momentos libres o en las noches, sin problemas ni demasiados estanques. Basta con recordarme qué quiero lograr con esa historia para inspirarme y retomar el hilo.

Tal vez este arte requiera vocación, en todo caso, para mí es algo natural, es una necesidad. Siempre he dicho que mis escritos tienen un objetivo primordial: Transmitir un mensaje. Yo escribo con la intención de recordarle a todos la esperanza, la nobleza de las personas, el apoyo desinteresado. Creo que cada persona puede elegir no corromperse con egocentrismo destructivo, y que en realidad, nadie está solo.

Me enfoco en escribir para jóvenes porque siento que ellos merecen más atención, la demandan. Si nos dirigimos a las nuevas generaciones, estaríamos velando también por la sociedad del mañana. Si quiero hacer de este mundo un lugar mejor, recordarle a la gente de que todavía hay magnanimidad y pureza en nuestro interior, me parece correcto empezar con los jóvenes. Podré ser ingenua, y hasta egoísta al pretender que mis deseos son compartidos por lo demás, pero es que es imposible unificarse cuando entre todos somos tan diferentes. En cualquier caso, seguiré escribiendo con ese fin. Creo que ese es mi propósito en la vida.

Mi primera publicación se dio por una serie de circunstancias que me brindaron la oportunidad de hacerlo. Gracias a esa es que los demás libros pudieron salir a la luz de la sociedad. Puede que no sea aún muy conocida en el rubro, pero seguiré avanzando a mi propio ritmo para lograr mi objetivo.

Desde que salió a la vista del público, más de uno me ha preguntado el por qué del título. Debería explicar primero qué es Sibelle. Sibelle es un nombre propio, de mujer. Tiene varias pronunciaciones y formas de escribir. Para algunos representa a una diosa de la mitología griega, para otros podría ser un equivalente a “la más bella”. Honestamente, el motivo principal por el que elegí el nombre fue por su rareza, su atractivo, y su ternura. Lo leí por primera vez en una novela de Anne Rice, hace años, y en el momento en que debía bautizar a ese personaje, el nombre se presentó por sí mismo. Supe que era el adecuado.

Entonces, ¿qué significa el título? Sibelle para Benjamín. Sin verbo alguno. La verdad esperaba que lo dedujeran luego o durante la lectura del libro, pero creo que sería mejor explicarlo un poquito ahora.

Como verán en la contratapa, fíjense por favor en el tercer párrafo. Hacer referencia a algo que perdió Benjamín, un amor que piensa recuperar. Esa persona es Sibelle, y a lo largo del libro, en la búsqueda de Benjamín, se irán conociendo más detalles de ella. Prácticamente el libro armará una imagen de Sibelle, una fotografía de lo que Benjamín conocía y desconocía de ella. Se irá estructurando vagamente un concepto de Sibelle pero no para cualquier persona, pues todos percibimos el mundo de diferente manera, sino solamente para Benjamín. Lo que sería Sibelle para Benjamín.

Algo que me gustaría destacar de mis libros, y de este en particular, es que no son historias individuales, ni mucho menos cerradas. Mis libros se conectan entre ellos, los personajes continúan con vida y siguen sus días incluso después de terminadas las hojas.

En Sibelle para Benjamín reaparece un personaje de la Luna de Apolo. Quienes lo han leído saben que su final no es un final, y de hecho, parte de la continuación está aquí. De igual forma, en La Muerte quiere Morir se hizo mención de un personaje importante en Sibelle para Benjamín, y en realidad, en este libro se ve el origen de otro de los personajes que aparece en la Muerte.

Pero no piensen que son los únicos personajes que manejaré. Sibelle para Benjamín nos presenta a varios otros, nuevos, que en futuras obras también se los irá viendo con más profundidad, sobre todo a los secundarios. Y es que, no existen personajes secundarios en la vida real.

Mis libros son un mundo. Sumérjanse en él.

A sabiendas de esto entonces, me gustaría invitarles a sumergirse en otro aspecto de Cochabamba, en una dimensión sobrenatural que de una u otra forma, nos acompaña. Me considero una creadora de mundos, una fabricadora de historias extravagantes que tal vez, con todo el idealismo que conlleva mi pensamiento, podría cambiar nuestra sociedad. Podrían brindar nuevas esperanzas, dar la oportunidad de ver el mundo con otros ojos.

Que este libro reciba una cálida acogida, más que como libro, como una historia que apenas comienza. Aquí recién, es que Sibelle para Benjamín cobra vida.

Muchas gracias.

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