Hoy fue la primera vez que vi casualmente a alguien que no conozco leyendo uno de mis libros. Estaba en el trufi, parada porque estaba lleno de estudiantes que iban a sus colegios, cuando vi que a lado mío estaba una estudiante sujetando un libro. Reconocí la contratapa, era La Luna de Apolo. Miré varias veces antes de estar segura, porque repito, fue la primera vez que pasaba algo así. Casi al instante tuve que moverme hacia el fondo del bus porque no había espacio, y esa estudiante ya no estaba tan cerca como para hablarle. ¿pero qué iba a decirle? Solo se me ocurría preguntarle si le gustaba, porque vi que lo leía aún estando parada entre tanta gente, e iba por el final. Me quedé observando de rato en rato cómo leía. Tenía un separador de Pokemón, un Pikachu hecho por ella misma, que se ajustaba al borde de la página. Qué emoción!
Se bajó antes de que el bus se vaciara, de hecho se bajó con varios otros. No pude decirle nada. Aún así, que linda sensación saber que te leen.
No sé quién era, pero muchas gracias! Significó mucho...
Ana Triveño G.
no puedo creerlo cuando porque no invitaste
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