Ana Triveño G.
La narrativa fantástica muchas veces suele tomarse como un discurso infantil cuya trama se limita a mostrarnos universos alternos que nada tienen que ver con nuestra realidad. Bajo esta premisa se la ha llegado a considerar incluso como algo perjudicial para los jóvenes, ya que, supuestamente, los aleja de nuestro mundo.
La fantasía, de una manera u otra, siempre está asociada a nuestro mundo. No de una manera explícita, tal vez de una forma mucho más abstracta o simbólica de lo que algunos imaginan, pero siempre está ligada a nosotros. Una de las características de lo fantástico es que puede ser un método liberador de nuestros conflictos personales. Esto no significa que sea negación, ni mucho menos un auto-engaño, sino que es una forma interesante de plantear nuestros problemas y tratar de ver una solución u alternativa que, de una manera lógica, no podemos entender.
Los jóvenes, sobre todo, son los que más necesitan este tipo de desahogo. Esa sensación de que no son los únicos con problemas, que sus cuestiones también pasan por la mente de otros, que no están solos. La narrativa fantástica no solo les plantea situaciones serias esenciales, sino que lo hace a través de su imaginación. Mayor ventaja para el joven que ejercita su mente constantemente.
Alimentar nuestro corazón y nuestra mente, es lo que pretendo cuando escribo, cuando me dirijo a ellos. No busco brindar un mensaje universal, ni mucho menos una especia de refrán que encontrarán al final de mis novelas. Mi objetivo es que cada joven encuentre su propio mensaje, su propio camino, su propio yo con ayuda de mis personajes e historias. Que sea capaz de ver más allá de lo que todo el mundo ve.
Sé que es extraño que escriba sobre mi propia obra, pero si no lo hago yo, ¿quién va a hacerlo? Me considero una escritora en desarrollo, voy creciendo así como mis lectores. Por eso me identifico tanto con ellos, por eso, probablemente, ellos también se identifican conmigo. Nuestros mundos, por muy diversos que sean, son similares.
Los invito a leer mi nueva novela, “Recuerdos del corazón perdido”, que a lo mejor les hará reflexionar sobre varios temas de una manera distinta a la cotidiana. Si bien me dirijo principalmente a los jóvenes, también los adultos disfrutan mis obras. No lo diría de no ser porque así me lo han hecho saber. Agradezco que Cochabamba reciba mis obras, espero dar con mi ejemplo fuerza y valor a los demás jóvenes que también quieran hablarle al mundo a través de historias. Es un mundo hermoso el que yace en nuestro interior, compartámoslo un poquito, ¿no?
anita_1628@hotmail.com
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